El cuchillo es, tal vez, una de las principales herramientas inventadas por el hombre. Es muy antigua, pues se tiene conocimiento de su existencia desde hace más de dos y medio millones de años, desde la Edad de Piedra. El cuchillo se ha usado como herramienta y como arma.
Las dos partes principales de un cuchillo son el mango y la hoja. Los cuchillos son agrupados por distintos tipos, según su uso o función, y por la distribución del mango. Tenemos cuchillos de aventura, de cocina, damasquinos, de caza, tácticos, cuchillos para profesionales, otros tipos de cuchillos de combate, etc.
El principal mantenimiento del cuchillo es su limpieza, dejando que no se acumule suciedad entre el mango y la hoja. Por esta razón, cada vez que se emplee el cuchillo se aconseja limpiar con un trapo limpio de algodón la superficie del filo; de esta forma no sólo se limpia la superficie, sino que demás se evita la oxidación y la mezcla de olores y sabores.
Se debe mantener afilado el cuchillo: un cuchillo poco afilado es peligroso ya que el esfuerzo extra para cortar un objeto puede causar un accidente y herir al operario. Es por esta razón por la que se aconseja llevar los cuchillos a un afilador profesional o disponer de una piedra de afilar capaz de poder poner al día el filo del cuchillo.
Los cuchillos requieren de un manejo apropiado ya que resultan peligrosos para la integridad de las personas si no se manipulan con cuidado.
Los cuchillos también nos ayudan en el deporte como, por ejemplo, los sub-acuáticos, como los cuchillos de aventura para el buceo, submarinismo o los cuchillos lanzadores,